Argentina: dos mujeres periodistas sufrieron acoso durante las coberturas del proceso electoral
Sucedió en el palacio de gobierno de la provincia argentina de Tucumán. Un caso tuvo lugar durante la cobertura de los resultados de las elecciones primarias el 12 de septiembre y el segundo sucedió este domingo en el marco de las elecciones legislativas generales. Ambos hechos se dieron mientras las periodistas intentaban realizar su trabajo en medio de un gran tumulto de gente que desbordaba el espacio en el que se llevaban adelante las conferencias de prensa sobre los resultados de los comicios. La Federación Argentina de Trabajadorxs de Prensa (FATPREN) y el sindicato local repudiaron los hechos y denunciaron la desprotección que sufren las comunicadoras.
Conferencia de prensa tras las elecciones en la casa de Gobierno de la Provincia de Tucumán / Crédito: @MarianaR31
La periodista Mariana Romero denunció ayer en una serie de tweets la situación que vivió durante la cobertura de las elecciones legislativas primarias en la provincia de Tucumán el pasado 12 de septiembre. “Sentí que alguien me manoseaba de una manera tan fuerte y descarada que pensé que era alguna de mis compañeras intentando acomodarme algo en el bolsillo trasero. Pero no se detenía. El amontonamiento era tal y yo con las dos manos ocupadas, que no podía darme vuelta. Al final me liberé una mano y agarré la que me estaba manoseando. Me di vuelta y lo vi, el tipo me miró de frente sin expresión alguna. Yo le tenía la mano agarrada por la muñeca”, expresó en redes sociales la cronista. El acoso no terminó en ese momento, sino que se prolongó de distintas maneras hasta finalizada la conferencia de prensa del Gobernador provincial.
La periodista decidió realizar este descargo luego de ser testigo de una situación similar padecida por su colega Carolina Ponce de León en el mismo lugar solo que dos meses después: “este domingo, durante las elecciones generales, en el mismo amontonamiento, a mi compañera la manosearon entre tres. Sí, ahí en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, delante de todo el mundo. Ella tuvo la dignidad y la lucidez que no tuve yo: reclamó en voz alta”. Mariana Romero expresó que en su caso decidió no hacerlo público inmediatamente porque fueron sus propios compañeros quienes le restaron importancia. Pero luego de ver cómo se repetían los hechos con otra mujer, y ante la pasividad de las autoridades del gobierno provincial que estaban presentes en el lugar, optó por dar a conocer ambas agresiones.
Según un informe publicado por UNESCO en abril de este año, siete de cada diez mujeres periodistas sufrieron violencia, acoso sexual o amenaza física por su trabajo. Si bien el terreno más hostil en este momento es internet, el 58% de las comunicadoras consultadas para el reporte expresó que han sufrido algún tipo de agresión en sus lugares de trabajo.
La Federación Internacional de Periodistas se solidariza con las periodistas atacadas y repudia la inacción de las autoridades locales que no sólo se negaron a intervenir sino que minimizaron lo denunciado por las comunicadoras. Exigimos que se instrumenten medidas que garanticen la seguridad de las trabajadoras de prensa y que promuevan la prevención de la violencia para que se deje de actuar únicamente luego del hecho consumado. Es imprescindible que se dejen de relativizar los ataques motivados por el género: la violencia patriarcal sistemática que las mujeres periodistas sufren en el ejercicio de su labor no puede continuar siendo ignorada porque constituye un grave daño a la libertad de expresión.