Crédito: FIP
Hoy se cumplen 45 años del secuestro y desaparición del periodista, escritor y militante Rodolfo Walsh, una de las víctimas más emblemáticas de la última dictadura militar de Argentina, que se cobró las vidas de 30 mil personas, de las cuales por lo menos 243 eran trabajadorxs de prensa. En ese marco, el SiPreBA en conjunto con la Asociación Gremial de Trabajadorxs del Subte y Premetro (AGTSyP), realizaron un acto en la estación del subterráneo que lleva el nombre del comunicador, que fue capturado a metros de ese lugar, en la intersección de las avenidas Entre Ríos y San Juan de la Ciudad de Buenos Aires. En la actividad participaron dirigentes de distintos sindicatos, trabajadorxs y militantes que descubrieron un mural con la imagen de Walsh dentro de la estación, que 24 horas antes (el día que se recuerda en Argentina el comienzo del genocidio de la última dictadura) había sido vandalizada por grupos negacionistas con la intención de arruinar el homenaje.
Entre lxs oradorxs del acto se encontraban Agustín Lecchi, secretario general del SiPreBa, Beto Pianelli, secretario general de AGTSyP, Fiorella Metetieri, nieta de Rodolfo Walsh, y Horacio Pietragalla Corti, quien además de ser Secretario de Derechos Humanos de la Nación, es lo que en Argentina se conoce como “nieto restituido”: es hijo de militantes desaparecidxs que fue apropiado ilegalmente por una familia que cambió su identidad hasta que fue hallado por lxs familiares de sus padres biológicos gracias al trabajo realizado por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Agustín Lecchi destacó la relevancia de este acto para lxs periodistas en particular y el movimiento obrero en general: “Para SiPreBA y la Federación Nacional de Trabajadorxs de Prensa homenajear a Rodolfo Walsh es muy importante. Vimos ayer como un grupo negacionista vandalizó la estación ‘Rodolfo Walsh’ y hoy la respuesta fue contundente: decenas de trabajadores y trabajadoras de un montón de organizaciones sindicales, sociales, políticas y de derechos humanos descubrimos este mural que reivindica la figura integral de Rodolfo. Lo reivindica como escritor, como intelectual, como periodista pero también como militante revolucionario y como trabajador de prensa que se organizaba. Hay testimonio de ello porque en el prólogo de “El caso Satanowsky”, él le dedica el libro a los trabajadores y trabajadoras que se organizan sindicalmente en sus lugares de trabajo para defenderse de los patrones, y en particular se lo dedica a las agrupaciones del Bloque Sindical Peronista de Prensa, del que él formaba parte. Él fue parte de la Confederación General del Trabajo de los Argentinos, que fue una experiencia muy importante de organización sindical en nuestro país. Hoy en Argentina es el Día del Trabajador y la Trabajadora de Prensa porque se cumplen 78 años de la sanción del Estatuto del Periodista, que es la ley marco que regula nuestra actividad. Esta fue una norma que Rodolfo Walsh defendió, y la casualidad histórica nos permite conmemorar la sanción del Estatuto el mismo día que homenajeamos a Walsh, en este caso junto a los trabajadores y trabajadoras del subterráneo, junto a la Central de Trabajadorxs de Argentina, junto a la Confederación General del Trabajo, y junto a un montón de organizaciones sindicales hermanas que reivindican su trayectoria”.
Diego Pietrafesa, secretario de Derechos Humanos del SiPreBA, se refirió a la importancia de la memoria histórica y de la obra y la militancia de Walsh: “los odiadiores, los negadores, los olvidadores nos quieren convencer de que no hay que mirar atrás, que es un ejercicio inútil, que no vale la pena. Nosotrxs decimos con mucho orgullo que miramos atrás porque atrás están, con Rodolfo Walsh a la cabeza, nuestras compañeras y compañeros que nos marcaron el camino. Miramos atrás porque en ese pasado tenemos la guía para construir un futuro, el futuro que soñaron lxs 30 mil desaparecidxs, ese futuro que soñó Rodolfo, ese futuro que soñamos todxs. Desde el SiPreBA queremos recordar a Rodolfo Walsh no solo como un enorme y lúcido periodista, no solo por su pasión militante por un país más justo, sino también como un trabajador de prensa que construía organización sindical, que creía que la salida era colectiva y con lxs trabajadorxs hermanadxs con otrxs trabajadorxs. Por eso el recuerdo de Rodolfo Walsh hoy es múltiple y no termina, porque seguirá siempre en la vocación de un periodismo decente, al servicio del bien común y al servicio de la felicidad del pueblo”.
Rodolfo Walsh era escritor, periodista y militante político y sindical. Entre sus trabajos se encuentra Operación Masacre, investigación por la que se lo considera padre del género de no-ficción, pero también fue autor de cuentos y relatos. Con la llegada de la última dictadura cívico-militar a la Argentina, Walsh funda la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA), herramienta periodística con la que buscaba dar a conocer la realidad de la represión, la persecución y el saqueo económico que el gobierno de facto aplicó desde su llegada. Un año después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, Walsh decide difundir su último escrito: la Carta Abierta a la Junta Militar, que hoy es uno de los testimonios más lúcidos sobre las motivaciones económicas y políticas detrás de la instauración del gobierno militar y sobre los métodos del terrorismo de Estado para aniquilar literal y simbólicamente a la resistencia. Si bien la carta llegó a distintas redacciones, en Argentina no se la conoció públicamente hasta que retornó la democracia. Walsh fue acribillado y secuestrado el 25 de marzo de 1977, el mismo día que distribuyó las copias de su Carta. Esa misma tarde, un grupo de tareas allanó su casa y se llevó consigo todo el material en el que Walsh trabajó en el último tiempo de su vida. Al día de hoy, su cuerpo y sus últimos escritos no fueron recuperados. Un destino similar sufrieron al menos 243 trabajadorxs de prensa durante los ocho años de dictadura.
Desde la Federación Internacional de Periodistas reivindicamos la obra y la trayectoria de Rodolfo Walsh y exigimos que se continúe investigando lo sucedido con sus restos y su obra, de los cuales se desconoce el paradero al día de hoy. Sin verdad no puede haber justicia, y la impunidad, en este caso y en el de todxs lxs trabajadorxs de prensa asesinadxs y desaparecidxs, es una herida abierta para la libertad de expresión y para la democracia.