Durante la tarde de ayer, grupos de seguidorxs del ex presidente de Brasil, quien dejó el gobierno hace tan solo una semana, atacaron las sedes de los tres poderes del Estado en un intento de golpe antidemocrático. En esas circunstancias, al menos once periodistas sufrieron agresiones cuando intentaban realizar la cobertura de los hechos, y algunos de ellxs denunciaron haber sido amenazados con armas de fuego.
Estos hechos, lejos de sorprender, están íntimamente relacionados con el clima fomentado por la gestión del ex mandatario Jair Bolsonaro, quien fue el
principal agresor de trabajadorxs de los medios de comunicación en Brasil durante el tiempo que duró su gobierno. Esas agresiones, que emanaban de la principal autoridad del país, crearon las condiciones para que la violencia también fuera ejercida por sus seguidores, sin temor a represalias.
En una región que fue duramente castigada por dictaduras y golpes de Estado durante décadas, los cuales se cobraron las vidas de miles de personas en todo el continente, hechos como los registrados ayer encienden una alarma de preocupación. Los gobiernos antidemocráticos necesitan del silencio para perpetuarse y por ello lxs trabajadorxs de prensa han sido siempre víctimas de la violencia en épocas de ruptura democrática.
En un
comunicado, la FENAJ expresó lo siguiente:
“Periodistas brasileñxs, en el ejercicio de su labor profesional, han sido víctimas de intimidaciones y agresiones por parte de miembros y simpatizantes de este grupo político violento y antidemocrático. Hay cientos de casos registrados en los últimos años, casi una docena solo en la primera semana de este año. Exigimos la investigación y el castigo estricto de los responsables de este grave ataque a la democracia brasileña, incluidos los financistas y productores. Alertamos también sobre la necesidad de que las fuerzas de seguridad combatan la restricción del trabajo de lxs periodistas, víctimas recurrentes de la ola de violencia de las hordas bolsonaristas. Nos solidarizamos con los equipos de prensa agredidos y ponemos a disposición del gremio las estructuras sindicales”.
Desde la Federación Internacional de Periodistas repudiamos las agresiones sufridas por colegas que se encontraban realizando su trabajo así como también rechazamos los intentos golpistas de los grupos que ayer atacaron y vandalizaron el Congreso Nacional, el Palacio del Planalto y el Supremo Tribunal Federal. Luego de la violencia desatada ayer, es de esperar que el periodismo, otra de las patas fundamentales de todos los sistemas democráticos, continúe sufriendo ataques. Los antecedentes recientes permiten augurar tiempos difiíciles para lxs trabajadorxs de los medios de comunicación, por lo cual es necesario que se tomen medidas para proteger su trabajo y sus vidas. Expresamos toda nuestra solidaridad a lxs compañerxs de FENAJ y a todxs lxs periodistas de Brasil.