Gustavo Alexander Corredor Torres, señalado como miembro del grupo criminal AK-47, fue condenado el 8 de diciembre a 28 años de prisión por su responsabilidad admitida en el asesinato del comunicador y defensor de derechos humanos Jaime Vásquez, ocurrido el pasado 14 de abril en Cúcuta. La misma semana fue detenido el empresario Ronald Duarte en una investigación por enriquecimiento ilícito, en cuyo marco se destacan vinculaciones con la investigación del crimen contra Vásquez que fortalecen la hipótesis de que el homicidio fue motivado por su labor informativa.
Vásquez desarrollaba un trabajo periodístico independiente a través de sus redes sociales, reconocido localmente y centrada en denuncias por corrupción en Norte de Santander. El 20 de septiembre, tras cinco meses de búsqueda, el director de la Policía Nacional de Colombia, William Salamanca, anunció las primeras detenciones relacionadas con el crimen y expresó que la investigación
"señala que la acción criminal habría sido una retaliación por las denuncias del comunicador contra grupos delincuenciales y por corrupción".
El asesinato de Jaime Vásquez resalta una vez más la vulnerabilidad en la que se encuentran los comunicadores y defensores de derechos humanos en Colombia, especialmente en regiones donde operan grupos armados ilegales. Según la Defensoría del Pueblo,
el 86% de los casos de violencia contra trabajadorxs de prensa registrados entre 1977 y 2020 permanecen impunes.
La Federación Internacional de Periodistas continuará monitoreando los avances en el caso de Jaime Vásquez y apoya la lucha de lxs comunicadores y organizaciones gremiales para terminar con la impunidad de los crímenes contra periodistas en el país.