El pasado sábado 10 de septiembre, dentro de la agenda de actividades regionales y el congreso de FEPALC que se desarrollaron en Lima, la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) organizó una visita al Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM). Ese espacio recorre la historia del conflicto armado interno entre las fuerzas armadas y el grupo terrorista Sendero Luminoso, que entre los años 1980 y 2000 dejó más de 20 mil desaparecidxs. En ese período, al menos 52 periodistas fueron asesinados, y algunas de sus historias están reflejadas en el museo.
Además del recorrido guiado por las instalaciones, la visita también contó con la presencia y los testimonios de Rosa Pallqui Medina, viuda de Jaime Ayala, y Eudosia Reynoso Barboza, viuda de Félix Gavilán, dos periodistas que fueron víctimas del conflicto armado. Jaime Ayala era reportero en Ayacucho y tenía 22 años cuando el 2 de agosto de 1984 ingresó a la Base Militar de Huanta para pedir información sobre el asesinato de un grupo de campesinos y para exigir explicaciones de por qué las fuerzas de seguridad habían ingresado violentamente a la casa de su madre preguntando por él. Luego de ingresar a la Base, no se supo nada más de él. Al día de hoy se encuentra desaparecido, ya que sus restos nunca fueron recuperados.
Este año finalmente comenzó el juicio por su caso, y desde la Oficina Regional de la FIP le consultamos a Rosa Pallqui Medina qué espera de este proceso judicial:
“La expectativa que tengo es que se llegue a la sentencia y que los infantes de la marina, que son los culpables del asesinato de mi esposo, sean castigados con carcel. Y que los testigos que también son miembros de la Marina digan dónde está enterrado el cuerpo de Jaime, porque para mi hijo y para mi lo más importante es encontrar el cuerpo de mi esposo y darle cristiana sepultura. No pierdo las esperanzas de poder encontrarlo. También espero que en este proceso judicial se pueda saber el por qué, por qué se ensañaron con un periodista que solo estaba informando lo que pasaba en la zona, que informaba los excesos que cometía la Marina y también los que cometía Sendero Luminoso. Quiero saber la verdad, por qué lo torturaron tantos días antes de asesinarlo y desaparecer su cuerpo. Estas respuestas quiero conseguir en el juicio oral”.
Félix Gavilán es uno de los periodistas asesinados el 26 de enero de 1983 en la llamada
Masacre de Uchuraccay, en la cual murieron 8 periodistas y un guía que los acompañaba. Los trabajadores de prensa se habían movilizado a la zona para investigar una reciente masacre en un poblado cercano y fueron atacados en circunstancias que al día de hoy no están esclarecidas. Eudosia Reynoso Barboza, viuda de Gavilán, se refirió a esto en diálogo con la Oficina Regional de la FIP:
“Queremos que se haga justicia, que nuestro caso no quede en impunidad. Ya hemos sufrido demasiado, yo sufrí demasiado, tuve que criar tres hijos que perdieron a su padre. Yo sigo luchando y sigo sufriendo la crueldad de ese asesinato. Y a ellos no los mataron los campesinos, como dijeron las autoridades. Esto es obra de los militares: por la forma que los mataron, y por lo que hicieron luego, que no dejaron que viéramos los cuerpos y nos los entregaron en un cajón sellado. Al día de hoy no sabemos si los cuerpos que nos entregaron son los de ellos. Queremos que se haga justicia y que se sepa la verdad”. Además, Eudosia habló sobre las acciones que lxs familiares quieren llevar adelante:
“Queremos construir en Uchuraccay un sitio de la memoria y le estamos exigiendo al estado peruano que construya un busto de los mártires en la primera tumba que hicimos allí. Con el apoyo de la FIP y la ANP, esperamos que este año hallemos algo de justicia, porque estamos en la impunidad. Cuarenta años hemos sufrido. Yo quedé viuda a los 28 años, y ahora ya tengo unos cuantos años pero quiero seguir luchando hasta las últimas consecuencias”.
El recorrido por el LUM culminó en la azotea del espacio, en la que el Estado colocó una placa en memoria de lxs trabajadorxs de prensa asesinados en la Época del Terrorismo gracias al trabajo y la insistencia de la ANP y lxs familiares. Desde la Oficina Regional de la FIP celebramos esta iniciativa de nuestra organización afiliada, ya que conocer los procesos políticos y sociales que atravesaron los países del continente aporta a reforzar los lazos de solidaridad entre periodistas de toda la región y colabora con la lucha colectiva por justicia y memoria.