Las Federaciones señalan una nueva fuente de preocupación en el ecosistema de la información: la inteligencia artificial. Estos sistemas, que emplean las obras de autorxs humanxs sin su consentimiento ni compensación, crean contenido cargado de inexactitudes y falsedades. La FIP y la FEP advierten que su uso sin control amenaza la integridad del discurso público y representa un grave riesgo para el papel del periodismo a la hora de contribuir a la toma de decisiones informadas y democráticas.
Por lo tanto, la FIP y la FEP insisten en que las leyes que protegen los derechos de lxs autorxs deben reforzarse, no debilitarse. Si bien reconoce la importancia de las bibliotecas y archivos, señala que cuando estos ponen a disposición obras en línea y, por lo tanto, a nivel global, están actuando como editores. “Cualquier discusión sobre excepciones a los derechos de autor debe ir acompañada de medidas simultáneas para reforzar la defensa del sustento económico y los derechos morales de lxs periodistas y otrxs trabajadorxs creativxs”, advierte la FIP.
En esta era de incertidumbre, cualquier medida que debilite la capacidad de lxs periodistas para ganarse la vida publicando su trabajo de forma independiente solo añadirá verdad, fuerza y culpa a la pancarta callejera: “Primero vinieron a por lxs periodistas. No sabemos qué pasó después”.
La FIP y la FEP señalan que corresponde a lxs legisladorxs tomar medidas para prevenir una catástrofe informativa.