APES emitió un comunicado en el cual "considera preocupante y grave el allanamiento anómalo de la casa de habitación de la periodista Mónica Rodríguez y Steve Magaña, ocurrido la noche del miércoles 04 de diciembre. Rodríguez y Magaña trabajan para Bálsamo Radio TV y son importantes defensores de derechos en las comunidades de la cordillera del Bálsamo, en el departamento de La Libertad. Además, Rodríguez ha realizado un trabajo invaluable como socia y directiva del período 2022-2024 de la APES"
En el mismo se denuncia que el operativo fue realizado por agentes de la Policía Nacional Civil, que llegaron en vehículos particulares, ocultaron sus rostros y no tenían identificación visible. Los agentes confiscaron equipos electrónicos, teléfonos celulares, documentación personal y material del medio para el que trabajan los periodistas, lo cual es contrario al artículo 6 de la Constitución salvadoreña.
"La orden judicial presentada por los agentes no mencionaba los nombres de ninguno de los periodistas, únicamente la dirección y descripción de la vivienda que alquilan", detalló el sindicato.
"Ante este allanamiento, la APES exige a las autoridades competentes que respeten las garantías, derechos fundamentales e integridad de Rodríguez y Magaña, y que se abstengan de utilizar el sistema policial y penal del país como un mecanismo de persecución del periodismo independiente y de la defensa de los derechos humanos".
La FIP apoya el reclamo de APES y exige la devolución inmediata del equipo incautado y la rendición de cuentas sobre las causas del allanamiento. Este tipo de medidas son claramente intimidatorias hacia lxs trabajadorxs de prensa, implican la criminalización del ejercicio periodístico y ponen en riesgo la integridad de lxs colegas afectadxs, y fomentan un clima de miedo y autocensura que afecta el derecho a la información y a la libertad de expresión.