Francklin Tamar murió camino al hospital luego de ser atacado cerca de su residencia en la capital haitiana el pasado domingo por personas que se movilizaban en motocicleta y que le dispararon en numerosas ocasiones. El periodista trabajaba en la emisora Radio Solidarité, en la cual era conductor de los programas “Konpa, Konpa” y “Samedi Culture”.
Si bien las circunstancias de su muerte aún no fueron esclarecidas, la violencia contra trabajadorxs de prensa en Haití este año recrudeció de la mano de la profunda crisis social, económica y política que atraviesa el país. Con la muerte de Tamar, ya son siete los periodistas asesinados en 2022, la mayoría de los cuales fallecieron en pleno cumplimiento de sus labores informativas, realizando la cobertura de movilizaciones y enfrentamientos armados. Además de las muertes de colegas, también se registraron agresiones, tanto por parte de grupos del crimen organizado como de las fuerzas de seguridad, arrestos arbitrarios y secuestros extorsivos. Además fueron asesinadas al menos dos personas vinculadas a medios de comunicación en hechos de inseguridad y violencia callejera.
La Federación Internacional de Periodistas repudia este nuevo hecho de violencia y exige que las autoridades realicen una investigación exhaustiva para determinar los motivos del asesinato de Francklin Tamar y para llevar a la justicia a los responsables. También demanda la creación de medidas de protección para lxs trabajadorxs de prensa de Haití, quienes cumplen el rol fundamental de garantizar el derecho a la información de la población en estos momentos de crisis e incertidumbre. En este sentido, se hace necesaria la aprobación en la ONU de la Convención para la Seguridad e Independencia de periodistas que impulsa la FIP, que implicaría la creación de un instrumento específico para la protección de lxs trabajadorxs de medios de comunicación en todo el mundo.