La violencia estructural que golpea a Haití nuevamente impactó en la comunidad periodística del país luego del asesinato de Tayson Lartigue y Frantzen Charles, quienes se encontraban con otrxs cinco colegas en el barrio de Cité Soleil recabando información sobre el crimen de una adolescente ocurrido el día anterior. Una banda armada abrió fuego contra lxs trabajadorxs de prensa y se cobró las vidas de los dos comunicadorxs, de quienes aún no se ha podido recuperar los restos. Si bien algunas fuentes afirman que los cuerpos fueron quemados, esta información no fue confirmada oficialmente.
Tayson Lartigue, de 30 años, informaba a través de una página de Facebook de su autoría llamada Ti Jenn Jounalis, que contaba con más de 50 mil seguidorxs y se dedicaba a temas de carácter local y regional. Frantzen Charles, de 28 años, trabajaba para FS NEWS, quienes confirmaron su muerte en un artículo en su página web. Con estos casos, ya son cinco los periodistas asesinados en Haití en lo que va del año, y
dos de ellos también murieron a manos de grupos armados de forma muy similar.
En los últimos días, tras un recrudecimiento de la violencia en todo el país, se realizaron movilizaciones contra el gobierno en las que varixs periodistas fueron heridxs durante la represión policial. Según detalla el portal haitiano
AlterPresse, el miércoles 7 de septiembre,
“tres reporterxs de la emisora privada Radio Télé Zénith (Rtz) fueron blanco de agentes de la Policía Nacional de Haití (PNH): Youly Destiné fue alcanzada por una bala de goma , Yvenson Joinville recibió un impacto de bala en el muslo, mientras que Robest Dimanche fue víctima de la brutalidad policial”. Ese mismo día, en una protesta en la región de Cabo Haitiano, la periodista Luly Ménard también fue alcanzada por una bala de la policía y debió ser trasladada a un hospital. Cabe recordar que el periodista
Maxihen Lazzare fue asesinado por las fuerzas de seguridad en circunstancias similares en febrero de este año.
Hace dos meses, el periodista de AlterPresse
Edner Fils Décime fue secuestrado por un grupo armado que interceptó su vehículo y estuvo en cautiverio por 20 días. Afortunadamente fue liberado, pero su caso se suma a la larga lista de vejaciones que padecen lxs trabajadorxs de los medios de comunicación en Haití.
Jacques Desrosiers, presidente de la Association des Journalistes Haïtiens (AJH), en diálogo con medios de comunicación locales aseguró que “no se puede señalar con el dedo a la cantera de periodistas que habían ido al campo en busca de información, ni a los directores de medios para los que trabajan. Esta situación de inseguridad, que impide a los periodistas hacer bien su trabajo, debe llegar a su fin”.
La Federación Internacional de Periodistas repudia el asesinato de Tayson Lartigue y Frantzen Charles y demanda su urgente esclarecimiento. También se une a lo expresado por la AJH y reafirma que la responsabilidad por estos hechos no es de lxs trabajadorxs de prensa que intentan dar cuenta de lo que sucede en sus comunidades, sino de las autoridades que no solo fallan en garantizar condiciones seguras para el ejercicio del periodismo libre sino que también son cómplices de agresiones y muertes perpetradas por las fuerzas de seguridad. En una situación tan extrema de crisis social, política y económica, el rol de lxs periodistas se hace aún más necesario para dar testimonio de la violencia que sufre el pueblo haitiano, y ese trabajo debe estar protegido por el Estado y resguardado por la comunidad internacional. Sin trabajo seguro no puede haber libertad de expresión.