Honduras: capturaron a los presuntos asesinos del periodista Luis Almendares
El pasado 18 de junio, las autoridades detuvieron a dos personas que habrían sido los autores materiales del ataque al comunicador, que falleció el 28 de septiembre de 2020. Según organizaciones de derechos humanos, Almendares había interpuesto ante la Policía local numerosas denuncias por amenazas y había solicitado ser incorporado a un sistema de protección de trabajadorxs de prensa, pedido que nunca llegó a concretarse. El Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras alertó en un informe que desde 2005 el país registra más de 90 muertes violentas de periodistas, y más del 90% de los casos permanece impune.
Luis Alonzo Almendares tenía una página de Facebook con más de 25 mil seguidores, en la cual publicaba denuncias sobre corrupción, narcotráfico y derechos humanos por las cuales ya había recibido presiones y amenazas. La tarde de su asesinato, se encontraba realizando una transmisión en vivo desde su cuenta, en la que quedó registrado el momento del ataque. Esa grabación y los testimonios que logró dar a las autoridades antes de fallecer producto de las heridas de bala que recibió, fueron determinantes para la investigación.
Las personas detenidas por el asesinato del periodista son Carlos Gutiérrez Lara y Junior Francisco Bonilla Sosa, quienes se encuentran detenidos con prisión preventiva. La Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida solicitó que se inicie el proceso de juicio contra los dos acusados.
Desde la Federación Internacional de Periodistas celebramos este avance en la búsqueda de justicia por Luis Almendares e instamos a las autoridades a que se esclarezcan los motivos por los cuales fue atacado. También reclamamos que se investiguen las razones por las cuales no se investigaron las amenazas denunciadas por el comunicador. Las cifras de muertes violentas de periodistas en Honduras son alarmantes y todos los casos deben ser investigados. Si no se garantiza la seguridad y la integridad física de lxs trabajdorxs de prensa, se pone en peligro la libertad de expresión.