El periodista Edwin Josué Andino, de 23 años, fue hallado muerto cerca de su domicilio en el Distrito Central, luego de haber sido secuestrado junto a su padre durante la mañana del lunes 10 de octubre. De acuerdo a un comunicado emitido por la Policía Nacional, fueron abordados y forzados a abandonar su casa por un grupo que llevaba puesta vestimenta de la Policía Militar del Orden Público. Según informan medios locales, el periodista fue encontrado sin vida con la boca tapada con cinta adhesiva. Su padre fue hallado a unos 15 kilómetros del lugar, también muerto por heridas de arma de fuego. Uno de los vehículos que presuntamente fue utilizado para el crimen, fue hallado en una casa abandonada, informaron las fuerzas de seguridad, quienes también manejan la hipótesis de un ataque planificado por sectores del crimen organizado.
Andino se desempeñaba como periodista en el canal La Tribuna TV, cuyos directivos emitieron un comunicado de condolencias en el que condenaron los hechos. En esta misma línea se expresó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Derechos Humanos (Oacnudh) y la comisionada de Derechos Humanos en Honduras Blanca Izaguirre, que pidió al Estado realizar una investigación “pronta y efectiva”.
En enero de este año, el periodista, líder comunitario y director de Radio Tenan,
Pablo Isabel Hernández Rivera, fue asesinado en el departamento de Lempira, a menos de 300 kilómetros de la capital hondureña. En mayo, el camarógrafo Ricardo Ávila murió tras recibir un disparo en la cabeza en un presunto robo que aún no se ha esclarecido y que requiere una investigación que no descarte ninguna hipótesis porque el medio para el cual trabajaba había recibido amenazas con anterioridad.
La Federación Internacional de Periodistas demanda que investigue con celeridad el asesinato de Edwin Josué Andino y su padre, sin descartar la posibilidad de que este crimen estuviera motivado por su labor como periodista. Es imprescindible para la libertad de expresión en Honduras que este caso sea esclarecido y que no se convierta en otro número en las estadísticas de impunidad en la región.