El director de la radio indígena cristiana Maranatha, Mateo González Jiménez fue asesinado junto a su esposa Rocío López Pérez. Ambos cuerpos presentaban impactos de bala y fueron encontrados en el domicilio que compartían en la localidad de Chamula, en el municipio de San Cristóbal de las Casas en el estado de Chiapas.
Según medios locales, dos sujetos que se movilizaban en motocicleta amenazaron al personal de seguridad privada que vigilaba la calle donde vivía el matrimonio, removieron las cámaras de seguridad y ejecutaron al periodista y a su esposa. Esas mismas fuentes afirman que Gónzalez Jiménez se desempeñaba como pastor evángelico y era propietario de una segunda emisora radial, además de un centro de rehabilitación de adicciones.
El Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) difundió un comunicado donde expresó: “elevamos nuestra más enérgica protesta los estos hechos que atentan contra las libertades de expresión y de prensa e inhiben el ejercicio periodístico, ocasionando un daño de incalculables consecuencias al régimen democrático. Más aún si este homicidio como muchos otros, quedará en la impunidad por la omisión de las autoridades de los tres niveles de gobierno. Nuestro justo reclamo es que se realice una investigación profunda para dar con los responsables materiales e intelectuales, para que sean presentados ante las autoridades y reciban el castigo que merecen”.
La Federación Internacional de Periodistas adhiere al reclamo del SNRP y exige a las autoridades una pronta investigación que de con lxs autorxs materiales e intelectuales de este crimen y esclarezca el móvil del mismo, e insiste en la necesidad de perseguir los delitos contra la prensa con urgencia. México es el país de la región que sostiene las cifras más altas en violencia e impunidad contra periodistas, a pesar de los esfuerzos de implementar políticas en ese sentido. Los crímenes contra la prensa apuntan a silenciar el trabajo informativo, cercenando el derecho al acceso a la información y la libertad de prensa.
