Al menos dos periodistas fueron espiados con el software Pegasus entre 2019 y 2021, período que coincide con una compra del sistema de vigilancia realizada por la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), organismo dependiente del Poder Ejecutivo que administra al Ejército y la Fuerza Aérea. A pesar de que en reiteradas ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que durante su gestión no se realizarían estas maniobras de espionaje, la información recopilada por el colectivo de hackers Guacamaya y analizada por el portal
Animal Político, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), la revista Proceso y Aristegui Noticias confirma que la Sedena adquirió el sistema Pegasus el 12 de abril de 2019, en los comienzos de la presidencia del actual mandatario.
En uno de los correos electrónicos filtrados en el hackeo se encuentra el oficio que demuestra la compra, el cual está clasificado como "secreto" y se refiere a un contrato destinado al "servicio de monitoreo remoto de información".
De acuerdo a lo revelado en esta investigación, Pegasus fue utilizado para espiar por lo menos a tres personas: un periodista del portal Animal Político, cuya identidad se mantiene en reserva por pedido de él mismo; el comunicador Ricardo Raphael, y el defensor de derechos humanos Raymundo Ramos. Sus teléfonos fueron analizados por el Citizen Lab, de la Universidad de Toronto, que confirmó que estaban intervenidos con el sistema de vigilancia. Al momento de la infección de sus dispositivos, los dos periodistas se encontraban realizando investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas.
En 2021 ya había trascendido otra investigación colaborativa, en ese caso del grupo Forbidden Stories, llamada The Pegasus Project. En ella se confirmaba el uso del software de la empresa israelí NSO Group en al menos 180 periodistas de todo el mundo,
26 de los cuales eran mexicanxs. En junio de 2017,
otro informe ya alertaba del uso de Pegasus en México contra personas defensoras de los derechos humanos y periodistas por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto, cuya administración está señalada por adquirir el sistema y aplicarlo a más de 15 mil personas, convirtiendo a México en el cliente más grande de esta compañía.
El Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) de México, en un comunicado demanda “al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador una indagatoria a fondo y el esclarecimiento de las versiones y denuncias públicas respecto de que las Fuerzas Armadas, (particularmente el Ejército mexicano) bajo su mando y responsabilidad, han adquirido y utilizado programas de espionaje y seguimiento no autorizado a periodistas y defensores de derechos humanos”. Además agrega: “El SNRP condena enérgicamente el que desde entes gubernamentales o privados se vengan utilizando, en este gobierno y en anteriores, mecanismos ilegales de escucha (Pegasus y otros) para conocer de la actividad de ciudadanos mexicanos”. El comunicado concluye exigiendo que “el Ejecutivo federal cumpla con su promesa de esclarecer las denuncias existentes en torno al espionaje practicado en administraciones de gobiernos anteriores y con el compromiso de que en su sexenio no se realizaría ningún tipo de escucha o seguimiento a periodistas o defensores de derechos humanos”.
La Federación Internacional de Periodistas suscribe a lo expresado por su organización afiliada y exige al gobierno de México el cese inmediato del uso de sistemas de vigilancia contra trabajadorxs de prensa y personas defensoras de los derechos humanos. La vigilancia ilegal llevada adelante desde el Estado contra periodistas es un grave ataque a la libertad de expresión, dado que estas prácticas comprometen no solo la seguridad de lxs comunicadorxs sino la de sus fuentes, sus colegas y sus familias, fortaleciendo el manto de impunidad que ya ensombrece al país.