La justicia de Estados Unidos anunció que el autor intelectual del asesinato del periodista mexicano Javier Valdez, sucedido en 2017, será beneficiado con prisión domiciliaria luego de pasar los últimos cinco años en una prisión de máxima seguridad. Según el juez Dana Sabraw, Dámaso López Serrano alias “Mini Lic”, habría colaborado extensamente con las autoridades norteamericanas para desbaratar operaciones del Cártel de Sinaloa en ese país. López Serrano se entregó a la Administración del Control de Drogas (DEA) en julio de 2017 y meses después se declaró culpable por dos cargos de narcotráfico. De acuerdo con información del Buró Federal de Prisiones, desde el viernes 16 de septiembre no hay ningún detenido con su nombre en las cárceles federales, lo cual significaría que ya se ha procesado su liberación. Desde 2020 hay una
orden de captura internacional emitida por la FGR para que López Serrano sea extraditado y juzgado en suelo mexicano por el crimen contra Valdez, y la FEADLE declaró que se encuentra trabajando para que la misma sea cumplida lo antes posible.
Ríodoce, el medio que fundó Javier Valdez, asegura que existe la posibilidad de que el “Mini Lic” sea integrado al programa de testigos protegidos para que continúe colaborando con las investigaciones que lleva adelante la justicia norteamericana y no se vuelvan a tener noticias de él. Esto implicaría que los delitos por los que se lo acusa en México podrían quedar impunes. La viuda de Valdez, Griselda Triana, expresó en redes sociales su indignación ante la noticia: “Se confirma que quien mandó a matar a Javier Valdez Cárdenas salió libre. El Mini Lic, quien pagó 100 mil pesos por asesinarlo, ahora trabajará para el gobierno estadounidense. ¡Estados Unidos protege a asesinos de periodistas! ¡No lo permitamos!”.
Dos de los autores materiales del crimen ya fueron juzgados: el 17 de junio de 2021 se sentenció a 32 años de prisión a Juan Francisco Picos Berrueta por la ejecución del periodista y en febrero de 2020 ya se había sentenciado a 14 años de cárcel a Heriberto Picos Barraza, quien había confesado su participación en los hechos. En ambos casos, y en base a numerosos testimonios, se destacó que el asesinato estuvo motivado por el trabajo periodístico realizado por Valdez en el artículo titulado “Dámaso y la escuela del gran dador”. Si bien esto constituye un avance en un país en el que el 95% de estos casos no se resuelve, no poder llevar a la justicia al autor intelectual significa un daño para la lucha contra la impunidad en México.
Javier Valdez, de 50 años, tenía una larga trayectoria como periodista especializado en la cobertura de la problemática del narcotráfico en México, había trabajado en numerosos medios de comunicación, se desempeñó como corresponsal de la agencia AFP y del periódico La Jornada, fundó la revista Ríodoce y fue autor de numerosos libros. Su último trabajo, publicado en 2016, se llamó “Narco Periodismo” y recorría las experiencias de lxs trabajadorxs de prensa que se dedican a abordar el crimen organizado en su país. Fue asesinado el 15 de mayo de 2017 en Culiacán, capital del Estado de Sinaloa, a metros de la redacción de Ríodoce.
La Federación Internacional de Periodistas rechaza la medida adoptada por el juez Dana Sabraw del Estado de California y demanda que López Serrano sea extraditado, tal como lo reclaman la FGR y la FEADLE, para que sea juzgado en territorio mexicano por su participación en el crimen del colega Javier Valdez. También se solidariza con su familia y acompaña su preocupación por las consecuencias que se puedan desprender de este hecho. La lucha contra la impunidad y la violencia que padecen lxs trabajadorxs de prensa en México se vería seriamente dañada si no se puede llevar a la justicia a la persona acusada de estar detrás del asesinato de Valdez. Cada caso que no se resuelve tiene un impacto directo en la seguridad de lxs periodistas y por ende en la libertad de expresión y el derecho a la información.