José Luis Gamboa Arenas falleció el sábado 15 de enero luego de permanecer varios días internado en un hospital local. Fue atacado el miércoles 12 a puñaladas y su cuerpo no fue identificado hasta luego de su fallecimiento. La Federación Internacional de Periodistas (FIP) exige una investigación urgente que contemple su labor periodística como factor para esclarecer su crimen.
El periodista José Luis Gamboa Arenas falleció el último sábado tras un ataque a puñaladas en lo que las autoridades investigan como un presunto asalto. El comunicador permaneció internado cuatro días hasta que se confirmó su identidad y se notificó a su familia, luego de su fallecimiento. Durante ese período, sus allegadxs lo habían denunciado como desaparecido. Gamboa Arenas reportaba desde un portal web propio denominado Inforegio y también lo hacía en redes sociales. Recientemente había denunciado casos de inseguridad y corrupción vinculados al municipio de Veracruz.
El Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), organización afiliada a la FIP, se expresó en un comunicado: "El Comité Ejecutivo del SNRP condena enérgicamente el asesinato del compañero José Luis Gamboa, y demanda al gobierno de Veracruz y al Federal realicen las investigaciones que esclarezcan este crímen y el castigo de los autores intelectuales y materiales del mismo, al tiempo que exige el cese de la impunidad con que actúan los perpetradores de agresiones a trabajadores del periodismo".
A pesar de que las circunstancias del crímen no están confirmadas, las autoridades investigan el caso como un presunto asalto. México es uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio periodístico, por lo cual los crímenes cometidos contra comunicadorxs deben ser investigados contemplando ese factor como línea fundamental. Es por esto que la Federación Internacional de Periodistas exige que las autoridades no descarten esta variable a la hora de buscar esclarecer el asesinado de José Luis Gamboa Arenas, y demanda que se realice una investigación profunda para dar con los responsables materiales e intelectuales. Con impunidad, no puede haber libertad de expresión.