Dos semanas después del comienzo de la guerra entre Hamás e Israel, la guerra de comunicación es intensa, con cada bando defendiendo "su" verdad. Ante la prohibición de trabajar en la Franja de Gaza, cárcel al aire libre para lxs civiles palestinxs, lxs periodistas extranjerxs utilizan con demasiada frecuencia fuentes secundarias u "oficiales" de cada bando, sin poder comprobar su veracidad. Esto va en detrimento de lxs ciudadanxs, uno de cuyos derechos fundamentales es "estar bien informado".
Confundiendo prisa con rapidez, muchos medios de comunicación han publicado informaciones e imágenes falsas que no han sido contextualizadas, verificadas o presentadas como fiables. Esto ha llevado a algunas organizaciones de noticias a pedir disculpas oficiales, como la
BBC por su cobertura de las manifestaciones pro-palestinas en Gran Bretaña, o la CNN hace unos días, que había afirmado que bebés israelíes habían sido decapitados en el sur de Israel, provocando reacciones de indignación en todo el mundo.
Sin embargo, el artículo 5 del Código de Ética Mundial para Periodistas de la FIP, con el que deben comprometerse todas las redacciones, recuerda que
"la noción de urgencia o inmediatez en la difusión de la información no debe prevalecer sobre la comprobación de los hechos y las fuentes [...]".
Además de comprobar sus fuentes, la FIP pide a las redacciones de todo el mundo que "respeten la dignidad de las personas citadas y/o representadas" (artículo 8) absteniéndose de publicar imágenes chocantes que a menudo se comparten ampliamente en las redes sociales. El artículo 9 de la Carta Ética Mundial reafirma también que "los y las periodistas deben velar por que la difusión de informaciones u opiniones no contribuyan al odio o a los prejuicios".
Hoy en día, en Gaza sólo lxs periodistas palestinxs locales, la gran mayoría de los cuales son miembros del Sindicato de Periodistas Palestinos, el afiliado nacional de la FIP, pueden proporcionar información a los medios de comunicación extranjeros. Corresponde entonces a estos colegas analizar las imágenes y los vídeos y contrastar la información con varias fuentes para informar al público.
El Secretario General de la FIP, Anthony Bellanger, afirmó: "Nuestros principios profesionales, detallados en la Carta Ética Mundial de la FIP, son el fundamento de la misión del periodista. La responsabilidad del periodista hacia el público tiene prioridad sobre cualquier otra responsabilidad, en particular hacia sus empleadores y las autoridades públicas. Hago un llamamiento a lxs periodistas de todo el mundo para que no caigan en la trampa de la sobrecarga de información, impulsada por las redes sociales, donde decir cuenta más que lo que se dice, escribir cuenta más que lo que se escribe y mostrar cuenta más que lo que se muestra. El respeto de los hechos y del derecho del público a la verdad es el primer deber del periodista. En estos momentos difíciles, la FIP, miembro asociado de la UNESCO, reafirma su solidaridad con su organización afiliada palestina y su apoyo a todos los y las periodistas, dondequiera que se encuentren".