Assange habló con Dominique Pradalié, presidenta de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que lo visitó en la cárcel el martes 8 de agosto. Pudo decirle que periodistas de todo el mundo, y muchos otros, están haciendo campaña cada día por su liberación y que se le ha renovado la Credencial Internacional de Prensa. Assange es miembro desde hace mucho tiempo del sindicato australiano de periodistas Media, Entertainment and Arts Alliance.
Dijo Pradalié: "Lo visité en calidad de amiga de la esposa de Julian, Stella. Me complace decir que estaba de buen humor y mantiene un vivo interés por los asuntos mundiales".
La Federación Internacional de Periodistas, que representa a 600.000 periodistas en más de 140 países, ha hecho campaña contra la extradición de Assange desde la publicación de las acusaciones estadounidenses.
Pradalié declaró: "Los cargos contra Julian -encontrar un informante y alentarlo a compartir pruebas- son acciones que cualquier periodista de investigación podría llevar a cabo. Si esta acusación prospera, allanará el camino para que Estados Unidos persiga a cualquier reporterx que reciba documentos clasificados, además de legitimar a los regímenes represivos de todo el mundo cuando intentan dificultar la vida de lxs periodistas. También cabe señalar que la veracidad de las revelaciones de Assange nunca ha sido puesta en duda".
Assange informa de que tiene una ventana enrrejada en su celda y una radio que le permite mantenerse al día con el mundo exterior. Sin embargo, pide que se le conceda una máquina de escribir, para poder anotar eficazmente sus pensamientos. Ha solicitado a las autoridades penitenciarias que se la concedan, pero hasta la fecha no se la han proporcionado.
Pradalié se comprometió a insistir en la cuestión de la máquina de escribir y prometió volver a visitarlo en un futuro próximo.