La Policía Federal de Brasil, a cargo de la investigación del asesinato del periodista británico Dom Phillips y el indigenista Bruno Pereira, niega que haya una organización criminal detrás de los hechos y pretende limitar la responsabilidad a los tres detenidos. La organización Univaja, que nuclea a comunidades indígenas de la zona, denuncia la desidia del gobierno de Jair Bolsonaro y sostiene que el crimen fue planificado por estructuras delictivas que operan en la zona.
Mientras la Policía Federal pretende ceñir la responsabilidad a los hombres detenidos hasta el momento, la organización de pueblos indígenas Univaja apunta a las mafias que operan en el Amazonas y denuncia la inacción del gobierno que desoyó los informes previos, donde Univaja reportaba invasiones a su territorio y las amenazas sufridas.
FENAJ señala en un comunicado: “La semana pasada, en dos ocasiones, las autoridades gubernamentales sugirieron lamentablemente que las propias víctimas eran responsables de la tragedia. El Presidente de la República llegó a afirmar, en un discurso público, que ambos se habían adentrado en la región a sabiendas de los riesgos, "en una aventura que no es recomendable” y agregó que: “(el presidente Jair Boslonaro) una vez más, intenta eximir al Estado brasileño de cualquier responsabilidad de garantizar la seguridad del trabajo de los periodistas, los indígenas y los ecologistas en el Valle del Javari, y prácticamente admite que los criminales han tomado el control de la región.”
Sobre las condiciones de trabajo de la prensa, el periodista
Rubens Valente relató en su cuenta de Twitter como lxs periodistas que cubrían los hechos se encontraban reunidos en Atalaia do Norte mientras que el gobierno decidió hacer la conferencia de prensa en la ciudad de Manaos, a 1100 kilómetros. También es llamativo que ésta conferencia no fuera transmitida en vivo .
El viernes 17 de junio la Policía Federal confirmó los resultados de las pericias odontológicas que demostraron la identidad de los dos cuerpos encontrados, después de que el 15 de junio detuviera a Oseney Da Costa de Oliveira, quien confesó el crimen y llevó a las fuerzas de seguridad al lugar donde se encontraron los restos. El 07 de junio, dos días después de la desaparición, había sido detenido Amarildo Da Costa de Olivera, hermano de Oseney, quien fue visto por testigos realizando el mismo trayecto en lancha poco después que los profesionales. El sábado 18 de junio el tercer detenido, Jefferson Da Lima, llevó a las autoridades al lugar donde hundieron el bote a motor en el que se desplazaban Phillips y Pereira.
Luego de que el vicepresidente del país, Hamilton Mourão, calificara la muerte del periodista como “daño colateral”, Univaja respondió en un comunicado que exigirá ante el Supremo Tribunal de Brasil y el parlamento una exhaustiva investigación que dé con los autores materiales. Organizaciones sociales y sindicatos de prensa manifestaron su apoyo a presionar a ambos poderes para que desarrollen un plan de acción que garantice las condiciones de vida de las comunidades y el libre ejercicio del trabajo periodístico.
Según relata Univaja, éstas mafias tienen el respaldo económico para financiar las expediciones a tierras protegidas que les encargan a pescadores y cazadores locales, poniendo a su disposición embarcaciones de gran porte que pueden transportar varias toneladas de hielo, pescado y sal. Integrantes de Univaja relatan que Pereira cuidaba que los pescadores, entre los que se encontraba Amarildo Da Costa De Oliveira, no traspasaran hacia la zona protegida, por lo que el indigenista ya había sido amenazado.
Dom Phillips tenía un profundo interés por la selva amazónica y las cuestiones ambientales. En uno de sus últimos tweets comparte un artículo del sitio web Folha sobre el apoyo del sector agroindustrial a la gestión de Bolsonaro: “Las razones incluyen la liberalización de las leyes sobre armas y el apoyo para explotar las áreas protegidas de la Amazonía, incluidas las reservas indígenas” resumió el periodista en un tweet.
La FIP acompaña a las organizaciones en su reclamo por una profunda investigación que no se agote en los autores materiales y busque a los responsables intelectuales.