Durante la noche del martes 2 de agosto, el periodista Ernesto Méndez fue asesinado en un ataque armado que se cobró las vidas de al menos otras dos personas. Los hechos sucedieron en un bar que era propiedad del comunicador y su familia en San Luis de la Paz, estado de Guanajuato. Hasta ahora no hay detenidos por el crimen.
Si bien no hay denuncias de amenazas recientes oficialmente confirmadas, es necesario que no se descarte ninguna línea de investigación y se determine si su labor periodística pudo haber motivado el crimen. La violencia estructural que padecen lxs trabajadorxs de prensa en México y la cantidad de asesinatos que hubo en lo que va del año, son motivos suficientes para que se indague en profundidad si su muerte está relacionada con su trabajo.
Ernesto Méndez periodista y director del medio online local “Tu Voz”. También se desempeñaba como colaborador de “Zona Franca” y del periódico “El Correo”. Además era dueño del expendio de bebidas en el que fue asesinado y poco tiempo atrás había conseguido una concesión para realizar la Feria Regional del Noreste.
El SNRP emitió un comunicado en el que exige “a los gobiernos, tanto estatal como federal, actuar de manera urgente para frenar este situación anómala y llegar hasta las últimas consecuencias para que se investigue y no desechen ninguna línea de investigación, incluida su actividad periodística”. También demandan que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) atraiga el caso.
En lo que va del 2022, otrxs doce periodistas fueron asesinadxs en México:
José Luis Gamboa Arenas,
Margarito Martínez Esquivel,
Lourdes Maldonado,
Roberto Toledo,
Heber López Vázquez,
Jorge Camero,
Juan Carlos Muñiz,
Armando Linares,
Luis Enrique Martínez Ramos,
Yesenia Mollinedo Falconi, Sheila Johana García Olivera y
Antonio De La Cruz.
La Federación Internacional de Periodistas repudia el asesinato de Ernesto Méndez y exige el esclarecimiento urgente de este crimen. Es indispensable que todos los niveles de gobierno actúen con celeridad no solo en la investigación sino en el desarrollo de medidas que protejan a lxs trabajadorxs de prensa. La impunidad en estos casos es de más del 95%, lo cual coloca a México en la cima de la lista de los países más peligrosos para lxs periodistas. Las consecuencias de esta situación crítica no son solo las pérdidas humanas, que ya son lo suficientemente graves en sí mismas, sino también el daño que se le hace a la libertad de expresión y al derecho de la población a recibir información, que son dos pilares de los sistemas democráticos. La justicia, por tanto, es necesaria para dar castigo a los responsables del asesinato del colega Ernesto Méndez pero también para proteger a lxs trabajadorxs de prensa de todo México.